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¿Porque son tan poderosas las cosas malas sobre las buenas? La respuesta se puede encontrar en la evolución.
Terminaste una cena deliciosa. Cuando caminaste a tu casa, un ave se cagó encima de tu cabeza. Ahora la noche bonita entera se arruino. Muchos científicos han estudiado este fenómeno en que las experiencias malas tienden pesar más que las experiencias buenas. Un experimento nos demuestra que una persona que tuvo un día malo ayer va a decir hoy que su bienestar está bajo normal, mientras que una persona que ha tenido un buen día ayer va a decir que esto no influye en como se siente hoy [8]. Por eso, si tienes caca en la cabeza tu día de hoy Y mañana están arruinadas. En la vida diaria, ¿porqué pesan más los eventos malos que buenos?
Hay evidencia que esto ocurre para la preservación de sí mismo y que fue seleccionado por en la evolución [2]. Esto significa que necesitamos priorizar los eventos malos que ocurren en el día porque los eventos buenos probablemente no nos matan, mientras que los eventos malos sí pudiesen. Otra evidencia sugiere que esta tendencia es por la aclimatación a las cosas buenas [2]. Esto significa que estás tan acostumbrado a eventos buenos que no te da cuenta de ellos y, en cambio, los eventos malos todavía captan la atención.

Figura 1. Este hombre tiene un día malo por la cagada de las aves. Este evento negativo le puede arruinar el día entero. Fuente: JhiSm, pixabay
¿Es lo malo más poderoso que lo bueno, en realidad? En un experimento, varios científicos le preguntaron a algunos individuos quienes aparentan tener vidas buenas (se ganaron la lotería), vidas malas (sus cuerpos están paralizados), o vidas neutras, y descubrieron que los efectos negativos de estar paralizados son más poderosos que los efectos positivos de ganar la lotería [3]. Además, también descubrieron que los individuos quienes se ganaron la lotería tuvieron una felicidad muy efímera [3]. Las personas con buenas experiencias se regresaron a vidas neutras significadamente más rápido que las personas con experiencias negativas. Pero, había algunos efectos que duraron para los individuos con buenas experiencias, y estos fueron las consecuencias negativas de ganar la lotería, como la falta de alegraron de las cosas pequeñas [3].Las personas con buenas experiencias no tuvieron buenos sentimientos duraderos, Y ADEMÁS tuvieron sentimientos negativos duraderos porque éstos aparentan ser continuos.

Figura 2. Este hombre se ganó la lotería y estará en el grupo de personas con buenas experiencias, pero su alegría probablemente no durará. Fuente: U.S. Airforce
Adicionalmente con sentimientos malos duraderos, los eventos malos parecen que son más importante para el individuo. En un grupo de experimentos, se descubrió que se necesita menos tiempo, para aprender algo nuevo utilizando castigos que utilizar premios [3,6,7,9,10]. Éste se puede observar a través de las especies, incluyendo en ratas y en humanos. Cuando una persona provee una respuesta incorrecta en una prueba y está presentado con algo aversivo, se aprende más rápido que una persona que provee una respuesta correcta y está presentado con un premio porque los eventos malos son más marcantes que eventos buenos.
¿Porqué son más marcantes los eventos malos? ¿Porqué esta reacción a eventos negativos es conservado a través de las especies? Hay razón de pensar que es ventajoso en la evolución y era seleccionado tras las generaciones. Creo que Dr. Vohs y compañeros lo dijeron mejor cuando enunciaron que “la sobrevivencia se requiere atención inmediatamente a resultados negativos, pero no se importan tantos los buenos. Por tanto, sería adaptivo estar diseñado psicológicamente responder a lo malo más fuertemente que a lo bueno [2].” Estos individuos quienes respondieron más fuerte a eventos malos fueron más rápidos en responder cuando una amenaza se acerca, y por tanto más probable sobrevivir la amenaza y procrear para dar este rasgo a sus hijos [2].

Figura 3. El individuo que se da noticia a una señal de amenaza primero es el más probable sobrevivir daño. Este individuo probablemente paga más atención a eventos negativos. Fuente: Nick Youngson, picpedia.
Esta tendencia de poner más peso en eventos malos se puede estar observado en nuestro bienestar y aprendizaje, como dije antes, pero también se puede ver en transacciones de dinero y preferencias del sabor. Los famosos economistas Kahneman y Tversky condujeron un experimento en que los participantes comenzaron con el mismo importe de dinero y se ganaron o perdieron el mismo importe de dinero. Los que perdieron dinero se reportaron con mayor angustia que la alegría de los ganadores [4]. En el ejemplo con los ganadores de la lotería y parapléjicos, se puede argumentar que perder la función en un parte de su cuerpo es más importante que ganar la lotería. Pero en este ejemplo, las ganancias y perdidas fueron exactamente igual, entonces se puede concluir que el efecto más pesado de perdidas es por el mero hecho de ser negativo en vez de ser un evento más importante.
El último ejemplo se actúa como laza entre todos los experimentos de bueno y malo y el sobreviviente. Se involucra una prueba de sabor. Un grupo de participantes ser humanos fueron presentados con sabores neutros. Estos sabores se juntaron son sabores aversivos o apetitosos. Cuando el sabor neutro fue juntado con azúcar, los participantes no se reportaron un aumento significante de preferencia o cambio de duración de efecto [1]. Sin embargo, cuando el sabor neutro fue juntado con un sabor malo, participantes se reportaron desfavor hasta una semana después [1]. Los sabores negativos mantienen una importancia evolutiva, porque algunas veces indican que nos matarán. Los individuos que pusieron atención a estímulos negativos se evitan las cosas que se matan, y la selección natural trabaja en su manera mágica para promover esta preferencia.
Nuestra aversión de eventos negativos es una ventaja evolucionaria. Las personas con respuestas más fuertes a eventos que nos pueden matar se tienden a sobrevivir, procrear, y pasar esta atención de lo negativo a sus hijos.
Referencias:
- Baeyens, F., Eelen, P., Van den Bergh, O., & Crombez, G. 1990. “Flavor-flavor and color-flavor conditioning in humans.” Learning and Motivation, 21, 434-455.
- Baumeister, R. F., Bratslavsky, E., Finkenauer, C., Vohs, K. D. 2001. “Bad is Stronger Than Good.” Review of General Psychology, 5, 4, 323-370.
- Brickman, P., Coates, D., & Janoff-Bulman, R. 1978. “Lottery winners and accident victims: Is happiness relative?” Journal of Personality and Social Psychology, 36, 917-927.
- Kahneman, D., & Tversky, A. 1984. “Choices, values, and frames.” American Psychologist, 39, 341-350.
- Meyer, W. J., & Offenbach, S. 1962. “Effectiveness of reward and punishment as a function of task complexity.” Journal of Comparative and Physiological Psychology, 55, 532-534.
- Penney, R. K. 1968. “Effect of reward and punishment on children’s orientation and discrimination learning.” Journal of Experimental Psychology, 1, 140-142.
- Penney, R. K., & Lupton, A. A. 1961. “Children’s discrimination learning as a function of reward and punishment.” Journal of Comparative and Physiological Psychology, 54, 449-451.
- Sheldon, K. M, Ryan, R., & Reis, H. T. 1996. “What makes for a good day? Competence and autonomy in the day and in the person.” Personality and Social Psychology Bulletin, 22, 1270-1279.
- Spence, J. T. 1966. “Verbal discrimination performance as a function of instruction and verbal reinforcement combination in normal and retarded children.” Child Development, 37, 269-281.
- Spence, J. T., & Segner, L. L. 1967. “Verbal vs. nonverbal reinforcement combinations in the discrimination learning of middle and lower class children.” Child Development, 38, 29-38.
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